Si tienes una casa pequeña o no tienes jardín y quieres cuidar de una tortuga teniéndola como mascota, probablemente te venga muy bien que no crezca mucho. Cuando las tortugas son crías son muy fáciles de vigilar y tener a raya, evitando que escapen y que no se hagan daño. Conforme crecen, sus necesidades van aumentando y también con ello la dificultad de su cuidado. En este artículo haremos una selección de las tortugas pequeñas que te vendrán perfectamente si tienes poco espacio, pero eres un amante de estos reptiles.
¿Quieres conocer más acerca de las tortugas pequeñas? Sigue leyendo porque este es tu post 🙂
Generalidades
Por lo general, existen muchos tipos de tortugas y cada una tiene su dimensión. Hay quienes tardan más tiempo en alcanzar la madurez sexual y, por lo tanto, también tardan más en alcanzar un tamaño considerable. El tiempo que se tiene mientras que son pequeñas es muy agradable (más o menos esto ocurre con todo tipo de mascotas). Puedes cogerlas y tenerlas en la palma de la mano, jugar más fácilmente con ellas, apenas pesan nada, comen poco y no ensucian tanto.
Conforme van creciendo, sus necesidades nutricionales aumentan, pesan más y el terrario comienza a quedarse pequeño para ellas. Y es que las tortugas domésticas requieren de cuidados como cualquier otra mascota. Se piensa que por ser reptiles tienen más capacidad de supervivencia o más capacidad adaptativa. Es todo lo contrario. Para que una tortuga se sienta «como en casa» debemos de recrear las condiciones de su hábitat natural al máximo.
Como hemos mencionado antes, las tortugas necesitan de instalaciones donde vivir y donde puedas cuidar de tu tortuga correctamente. Si no es así, es mejor que no tengas ninguna, ya que no dejan de ser animales. Al igual que abandonar a un perro está mal, lo mismo ocurre con las tortugas. Son animales que si desde pequeño están acostumbrados a vivir en cautividad, no tienen la capacidad para sobrevivir en ecosistemas naturales. Además, muchas de ellas pueden alterar el equilibrio ecológico de otros ecosistemas por el simple hecho de convertirse en una especie invasora.
Principales tortugas pequeñas
Si estás buscando una tortuga que no crezca demasiado para poder tenerla en casa, aquí tienes las especies más recomendadas.
Tortuga de orejas rojas: tan sólo crecen entre 15 y 30 centímetros como mucho. Son muy agradables y necesitan un acuario que pueda albergar entre 30 y 50 galones de agua. Es importante sacarlas al sol los días más soleados para que pueda regular su temperatura.
Tortuga china: esta tortuga suele medir 15 centímetros de longitud y duran hasta 25 años contigo. A diferencia de otras especies de tortuga, ellas disfrutan cuando se las acaricia.
Tortuga rusa: crecen hasta 22 centímetros y pueden durar hasta 100 años. Es de las más longevas que hay entre tortugas domésticas. Necesitan temperaturas altas de entre 32 y 35 grados, lo que habrá que garantizarle calor artificial si tu zona no tiene un clima tan cálido.
Espero que estos consejos te sirvan para disfrutar bien de tu tortuga pequeña.
Características de las tortugas pequeñas
Por lo general, todas las tortugas que caben en un estanque para peces y que es completamente un bebé por ese entonces, crecen tanto que, en menos de un año, necesitan un espacio mucho mayor. Si las tortugas son de agua, necesitarán un acuaterrario. Sin embargo, existen tortugas que se mantienen lo suficientemente pequeñas como para vivir en una pecera el resto de su vida. Pueden llegar a alcanzar los 10 cm como mucho.
Estas especies de tortugas pequeñas vienen genial si no dispones de mucho espacio en tu casa. Entre las que se mantienen en cautiverio destacan la tortuga de orejas rojas y la tortuga de torso diamantino. Dependiendo de las especies, las tortugas adultas pueden llegar a medir como máximo 10-15 cm. La especie más pequeña que se conoce es la tortuga pantano con 12,5 cm. Sin embargo, entre las tortugas más comunes que nos encontramos entre la población es la de orejas rojas. Estas tortugas no son ni muy grandes ni muy pequeñas, puesto que cuando crecen completamente miden hasta 30 cm. Las tortugas femeninas de torso diamantino suelen alcanzar los 22,5 cm. Si quieres una tortuga aún más pequeña, los machos de esta especie son un tercio más pequeños.
Necesidad de espacio
Para que podáis tener una especie de guía sobre el tamaño que necesitáis para tener una de estas tortugas os diré que por cada 2,5 cm de tortuga necesitáis una pecera con capacidad para 38 litros aproximadamente. Por ejemplo, si os decantáis por una tortuga de orejas rojas, crecerá más o menos unos 30 cm, por lo que necesitaréis un estanque con unos 455 litros de capacidad.
Hay que pensar que, aunque no dispongamos de mucho espacio en nuestro hogar, mientras más grande sea el hábitat donde vive la tortuga, más libre podrás ser. Si de verdad no hay mucho espacio en una habitación y la tortuga va a vivir en una pecera demasiado pequeña, es mejor no tenerla como mascota.
Además del espacio, las necesidades de cada especie de tortuga pequeña varía. Algunas necesitan zonas de tierra, calentadores de agua para mantener su temperatura (recordemos que son animales de sangre fría y que no son capaces de regular la temperatura por ellas mismas). A muchas de ellas les encanta excavar, por lo que tendrán su zona especial para ello.
Si el clima de tu zona lo permite, lo ideal es un estanque al aire libre, aunque las tortugas sean pequeñas. De esta forma, la tortuga no podrá escaparse y podrá estar al aire libre sin miedo a los depredadores.
Advertencia sobre las tortugas pequeñas
A la hora de comprar una tortuga pequeña por falta de espacio, hay que tener mucho cuidado con la tienda de mascotas. Es frecuente que te vendan una tortuga pequeña muy bonita y que al final acabe creciendo demasiado. También hay que conocer la procedencia de éstas. Muchos comercios aprovechan esta situación para capturar a las tortugas de la naturaleza y las ponen en peligro de extinción. Esto ocurre con especies como la tortuga caimán y la tortuga china.
También está el problema con el que hay que estar precavidos y es la enfermedad de la salmonela que sufren y que pasan a los seres humanos. Las tortugas no son buenas mascotas para los más pequeños por varias razones. La primera es porque no son amables, todo lo contrario, suelen ser tímidas y asustadizas. Requieren gran cantidad de atención para que se sientan cómodas y existe un riesgo de contagio de la salmonela.
Para evitar estos problemas, en Estados Unidos es ilegal vender tortugas de menos de 10 cm de tamaño. Por todo ello, debemos tener ciertas consideraciones a la hora de comprar una tortuga pequeña. La primera es conocer si la tortuga ha sido criada desde pequeño en cautividad. En muchas ocasiones se compran tortugas sin conocer la necesidad y el compromiso que ello conlleva. Finalmente muchos las abandonan y provocan graves daños a la tortuga y las especies nativas de la zona.